sábado, 25 de septiembre de 2010

Éramos


Una sociedad culta, bien hablada con buenas maneras y modales.
En donde la riqueza y la pobreza, convivían y compartían: dignidad y nobleza.

Éramos un verdadero crisol, en donde se fundían las culturas y se daba forma al arte. Se trasformaba a la música y se deleitaba al gusto y al paladar.
Un lugar, donde se respetaba al de la otra acera; fuera quien fuera. La vulgaridad y soecidad, se perseguían. La suciedad y la inmundicia, casi ni se olían y bien se distinguían.

Éramos una cuna de valores. Con señores y malhechores, piadosos y pecadores. Damas y bataclanas, unas de abrigo y mantilla y otras de colorines y falda alta hasta la rodilla.
Todo en su lugar, tratando de no salirse del libreto; para no dar que hablar.

Hoy, solo somos un amasijo de mierda, revolcandose en medio de la historia, sin pena ni gloria.
Los perfumes y los aromas de decencia, entremezclados con la fetidez de la s cloacas sociales.
Hay quienes prefirieron perder la compostura y sucumbir al desencanto de la incultura y a los coqueteos de la miseria humana. Convirtiendose en parte activa del muladar. Renunciando a luchar para preservar la dignidad y a toda cabalidad.
Hoy se vive, entre la farsa y la miseria, la grosería, la mediocridad y la igualdad. No hay diferencias que entablar, ni santo a quien rezar.

Como bandera. Adelante y en primera: la mentira y el engaño entre propios y extraños.

Como reino. El él caos y el desorden. Sin una voz que llame al orden.

Sin más ley que la de del valor del dinero: poderoso caballero. Yo antes, yo primero.

Jurar en vano es lo mismo que: estrechar la mano y empeñar la palabra. Las dos tienen el mismo valor que cuando un perro ladra.

Entre honesto y decente no hay nada de diferente con: débil y decadente.

El respeto y la consideración, son un desatino, una desazón y un insulto a la  razón.

Nuestra cultura: es un agujero en el tiempo. Sin entendimiento y sin compostura.

Ya no existen medios de comunicación. Todos tan solo son: un puñado de prisioneros a voluntad, de la manipulación y detractores a ultranza  de la libertad. Todos queremos que esto cambie, pero……………….nosotros ¿queremos cambiar? 









                                                                           

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